martes, 31 de mayo de 2011

Pensamientos

Hoy es nuestro aniversario, y le he comprado a mi novia ése anillo que tanto le gustó cuando la vio.
 Primero fuimos al restaurante Apollo, en la que gracias a que tengo una amiga allí me pudo colar una mesa. Mi novia y yo tuvimos una de las mejores veladas, buen ambiente, música en vivo, y para el postre mi regalo. Ella abrió emocionada la pequeña caja, y al abrirlo sus ojos se empañaron en lágrimas, y en broma me dijo que yo era un tonto y que lo que ella quería en verdad era una plancha. Se puso el anillo y me abrazó. En ese momento ella se despegó de mí con brusquedad, parecía desorientada, como si tratara de poner algo en claro. Le pregunté que le pasaba, y ella me dijo que oyó una voz diciendo: “espero que merezca la pena este anillo, me ha costado un huevo”.   Me quedé atónito, era justo lo que yo pensaba cuando la abracé.
 Días más tarde encontré a mi novia muy desmejorada, no la había visto desde nuestra noche de aniversario en el restaurante, dijo que no podía dormir, que oía “voces”, pero las oía de las personas que estaban cerca de ella, la gente se mostraba simpática con ella y luego en pensamientos eran como apuñaladas en la espalda. Sus vecinos, amigos e incluso familiares, todos la criticaban negativamente y por fuera no eran más que palabras ensayadas. Me dijo que desde que se puso el anillo que le regalé  le está pasando esto. Me acerqué a abrazarla, y fue entonces que me rechazó. Dijo que no necesitaba consuelo de alguien que piense que está loca y que necesita ayuda psiquiátrica.
 Me marché, no supe más de ella hasta que la policía vino a mi casa preguntando por mi novia, y entonces supe que había muerto. Por lo visto trató de quitarse el anillo cortándose el dedo, pero que había alcanzado una arteria y había perdido mucha sangre antes de pedir ayuda. No encontraron el anillo y no se supo dónde o qué manos acabó.

lunes, 30 de mayo de 2011

Desaparecida

De camino al trabajo, voy sumido en mis pensamientos, de repente una chica me saluda, no me suena de nada pero por inercia la saludo. Me doy la vuelta y ella me saluda con la mano acompañada de una sonrisa. Confundido, trato de seguirla, pero de alguna manera la pierdo entre la gente. Vuelvo por el mismo camino, tratando de pensar quién puede ser aquella chica, entonces veo un cartel de “desaparecida” cuya foto es inquietantemente parecida a la chica que me saludó.


viernes, 27 de mayo de 2011

Lo Siento

Lo Siento  by fjcilustrador
Lo Siento , a photo by fjcilustrador on Flickr.
Me equivoqué, fue mi error, una estupidez por mi parte. Ahora me doy cuenta y me arrepiento de ello. No me daba cuenta de cuánto me apoyaba, de cuánto ella se ocupaba de mí, y yo despreciaba esos actos. Ahora ella está en otro planeta, alejándose cada vez de mi sistema solar para irse a otro. Pero creo que aún hay una solución, creo que aún puedo arreglarlo y decirle lo estúpido que fui. Escribo algo en un cartón, lo alzo todo lo alto que puedo y grito: “LO SIENTOOOO”.

jueves, 26 de mayo de 2011

La chica del último piso

Me dirigía al asadero que habían organizado los colegas, llego al nuevo edificio donde está viviendo ahora nuestro anfitrión, subo al ascensor y pulso el botón del último piso, donde dijo que vivía. Toco en el timbre y me recibe una chica muy guapa. Me saluda y me invita a pasar, por el pasillo pienso cuando ese don Juan de mi amigo se ha podido pillar a una pivona como esa y mis pensamientos son interrumpidos cuando me invita a sentarme en el sofá del salón. Veo que aún no hay nadie, ni mi amigo, así que supuse que fueron a comprar algo de última hora. La chica me trae algo de beber y sin darme cuenta ella y yo hablamos como si fuéramos amigos de toda la vida. Miro el reloj y veo que ha pasado hora y media desde que llegué, y le pregunto cuando vendrán los chicos. Ella me mira desconcertada y me dice que unos chicos iban a hacer una fiesta en el piso de abajo, que tal vez eran ellos a los que yo me refería. Avergonzado por mi error me levanto y me disculpo, recojo mis cosas cuando ella me pregunta si de verdad prefiero la fiesta que a ella, le digo que preferiría estar con ella hablando hasta el alba pero que no me quedaba otra, que la fiesta es la despedida de un amigo, y que tal vez no vuelva a ver en tiempo. Entonces con semblante triste me da un beso en la mejilla y yo le digo que volveré, y que podríamos estar juntos.
Llego a la fiesta, todos no divertimos, bueno, casi todos. Yo más bien estaba absorto en ella, y más por esa expresión al despedirme.
 Al día siguiente me levanto al mediodía, y voy a casa de ella con intención de ir a invitarla a comer. Llego al ascensor, le doy al último piso, y cuando llego a la puerta, noto algo extraño, veo la “pota” de la noche anterior que había hecho nuestro anfitrión, entonces vuelvo al ascensor para ir al último piso, pero no hay tal botón, ya estoy en el último piso. Voy por las escaleras, pero éstas conducen a la azotea, no me lo explico. Con un escalofrío recorriéndome la espalda me marcho a toda prisa.

miércoles, 25 de mayo de 2011

El Hoyo

Iba paseando con mi novia por el parque, cuando a unos metros de nosotros sucedió algo increíble. Vimos a una niña jugar, iba corriendo de un lado para otro cuando de pronto y justo delante de nuestras narices, la niña desapareció. Corrimos hacia donde había desaparecido y descubrimos un hoyo, pero no era un hoyo normal, ya que ésta se encontraba a unos diez centímetros del suelo. Intenté meter la mano en el hoyo, pero no encontraba a la niña, posiblemente fuera un pozo bastante hondo. Mi novia ya estaba llamando a emergencias, y después de quince minutos ya estaban la policía, bomberos, y nosotros explicando qué había pasado.
 Se armó un gran revuelo en ese parque, todo lo que sé a partir de ahora es sobre lo que sale en los periódicos, se dice que varios bomberos desaparecieron por el agujero, que lo que quedó de ellos fue la cuerda rota que lo sujetaban. Meses después encontraron a la niña, a veinte metros del hoyo y completamente empapada. Según las noticias, la niña afirma que estuvo en un mundo subterráneo, donde toda lógica era ilógica y los animales podían hablar. Ahora la niña está internada en un hospital psiquiátrico, estudiando la posibilidad de que fuera secuestrada y violada reiteradamente haciendo que su mente se cerrase a un mundo ficticio. Pero descartaron la posibilidad cuando encontraron a los bomberos en el mismo sitio y con los mismos síntomas.
Del hoyo no se volvió a hablar más cuando éste desapareció de forma misteriosa. Supongo que ahora estará cayendo por el, cualquier persona en cualquier parte del mundo.

martes, 24 de mayo de 2011

El vuelo de la asesina

Paz y tranquilidad, fueron las cosas que me dijo el médico que yo necesitaba, así que alquilé una casa en el campo, lejos de todo ruido, móviles, coches, jefes irritados y de todo tipo de estrés.
Hoy es un día estupendo, y decido internarme en el bosque. Siento como una especie de “paz verde” me inunda el alma y me siento más tranquilo. De pronto oigo un tremendo rugido, mi cerebro no es capaz de computar de qué tipo de animal puede hacer ese tipo de rugido pese haberme tragado todos los documentales de La 2. Acto seguido oigo cómo caen los árboles, unos pasos terribles se dirigen hacia mí, y entonces lo veo, pienso que es imposible pero aún así está delante y siento su aliento en mi cara. Un enorme dragón rojo dirige sus fauces hacia mi persona con intención de que yo me convierta en su menú del día. Entonces me marcho corriendo, ¿qué otra cosa podía hacer? De pronto, de la nada, una mujer de pelo dorado armada con un hacha, hace frente al dragón. Y como si estuviera metido en un juego de la Play 3, presencio una lucha encarnizada entre la chica y el enorme dragón. La joven dama logra esquivar todos los ataques de la bestia y en un momento dado ella le asesta el golpe de gracia. Yo apenas me puedo mover, tengo los nervios destrozados, pero de alguna manera me pongo en pie y le doy las gracias a mi salvadora. Ella parece no entenderme y de la misma manera que vino, se fue.
 A día de hoy sigo mal por los nervios, y nadie ha creído mi historia, pero para no olvidarla la he dibujado tal como la recuerdo.

lunes, 23 de mayo de 2011

Al final de las escaleras

Llevo un rato subiendo las escaleras porque el dichoso ascensor no funciona. Vivo en el quinto piso, y sin embargo, es como si llevase horas subiendo escaleras, no lo entiendo. Me paro a descansar, entonces, una chica que afirma ser vecina mía, pero a la que nunca he visto, se sienta a mi lado. Me habla de cosas sin sentido, de haber visto cosas más allá de estas escaleras, dijo presenciar la Luz, y a las Sombras. La dejo mientras sigue hablando y no se percata de mi marcha.
 Sigo subiendo, subo, subo más escaleras, pero no llego a mi casa. Descanso apoyándome en la barandilla, y miro detenidamente la distancia entre donde estoy hasta el final de las escaleras, y descubro perplejo que solo he subido un piso. Y entonces me doy cuenta, me veo a mí mismo al final de las escaleras, mi cuerpo tirado en el suelo en un gran charco de sangre.

viernes, 20 de mayo de 2011

Estrella Fugaz

Estrella Fugaz by fjcilustrador
Estrella Fugaz, a photo by fjcilustrador on Flickr.
Atravesando el universo, una chica va sujeta a una estrella fugaz. Al principio ella estuvo en tierra, hasta que vio pasar una bandada de aves. Entonces ella decidió surcar el universo y ver más allá de las estrellas.
Contempló un campo de estrellas, presenció como un perrito huía de su dueña atado en globos, conoció a una chica de pelo verde a la espera de algo que no estaba segura de qué. Atravesó la Vía Láctea montada en una Vaquirosa, y se detuvo en un pequeño planeta recogiendo estrellas.
Ahora, la chica, atraviesa el universo sujeta en una estrella fugaz, dispuesta a llegar lejos, muy lejos.

jueves, 19 de mayo de 2011

La pequeña Princesa

La pequeña Princesa by fjcilustrador
La pequeña Princesa, a photo by fjcilustrador on Flickr.
La pequeña Princesa se encontraba aburrida, no sabía que hacer, pues ya lo había hecho todo y la tarde aún era temprana para ir a acostarse. Ya había jugado con los sirvientes al escondite, jugado al ajedrez con su padre el rey, jugado a las cocinas con su madre la reina, y jugado con sus juguetes en su sala de juegos. Así que la Princesa no sabía qué más hacer.
Entonces entró su amigo el bufón real, y el le mostró otra manera de pasar el tiempo y también divertirse. El bufón condujo a la Princesa hasta la biblioteca real, en el que se almacenaban alrededor de mil libros, la Princesa nunca había estado en ese lugar y se quedó maravillada ante tal cantidad de libros. Desde entonces la pequeña Princesa pasaba todas las tardes leyendo libros, grandes y chicos, los que sólo tenían dibujos o incluso las que tenían palabras que ella no entendía en su totalidad. Y así la pequeña Princesa no se volvió a aburrir, pues ella ya había abierto las puertas de un nuevo mundo con las llaves de su imaginación.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Aquella niña de las gafas

Ojeando las fotos de cuando tenía siete años, encuentro una foto con mis compañeros de colegio, en ella hay una niña de la que ninguno de nosotros se acordaba ya. Cuando la vi por primera vez, me pareció tímida y reservada, y no me equivocaba. No hablaba con nadie, ni con las demás niñas. Nunca salía al patio a jugar, se quedaba sola en la biblioteca a leer, y con sus grandes gafas la llamábamos por ello la “loca de los libros”. Un día durante el recreo, oímos un grito proveniente de la biblioteca. Corrimos hacia allí y varios profesores estaban buscando el origen de aquel grito, yo me quedé mirando un libro que había abierto en una mesa junto con unas enormes gafas al lado. Lo que más me llamó la atención, era un dibujo que había en ese libro, era de una niña, de unos siete años huyendo aterrorizada de unos monstruos horribles. A partir de entonces nos dijeron que aquella niña de las gafas se había marchado a otro colegio, y sin embargo hasta el día de hoy, pienso que ella no ha salido de aquella biblioteca.

martes, 17 de mayo de 2011

Microrrelato

Me despierto en medio de la madrugada, algo carraspea la ventana, no logro ver qué es. A continuación oigo pequeños pasos correteando por mi habitación. Me quedo quieto un rato, y cuando trato de levantarme no puedo, una especie de hilandera me tiene atado. Y entonces las veo, subiendo hacia mí, unas arañas hambrientas de mi carne.