lunes, 27 de junio de 2011

Llamada con emergencia

Entre las llamas de la hoguera, diviso en el horizonte un barco que llega. Con dificultad, trato de coger el móvil y llamo al 1-1-2 para decirles lo que he visto. Me atiende una chica con voz cansada y exasperante. Le relato lo ocurrido y le pido si es posible que abatan el barco con los cañones que tiene el castillo en el muelle. Ella sin inmutarse, me suelta que en noches como esta siempre hay algún borracho gastando bromas, me cuenta su vida y empieza a llorar. Cuelgo a tiempo del siguiente sollozo, y antes de seguir con lo mío, me construyo un “fuerte-anticucarachas” con las botellas vacías.

lunes, 20 de junio de 2011

Mensaje en el sobrecito de azúcar

Me levanto feliz y contento, hoy tengo optimismo a tope, y con una sonrisa afronto la monotonía. Me dirijo al bar a por mi café, y en el sobre del azúcar leo: “Quizás sueñes con un bello futuro, pero recuerda que el mundo ya está manchado, es sucio, y malo. ¿Amor, amistad, confianza mutua entre los seres humanos? Tonto, no puedes confiar en nadie en este mundo corrupto”. Dejo el sobrecito de azúcar a  un lado y me tomo el café amargo. Y con el pesimismo de siempre vuelvo a la monotonía.

viernes, 3 de junio de 2011

De aquí “pa-llí”

Fin de semana, únicos dos días que, desde pequeño, son mis favoritos.
Cojo la bicicleta sin pensar esta vez adónde quiero ir o hasta dónde quiero llegar. Pedaleo y pedaleo hasta llegar al horizonte, allí me paro. Bajo la sombra de un árbol, un niño  prepara un funeral para su perro, le acompaño hasta que se marcha entre lágrimas y yo me monto en la bicicleta a la espera de más aventuras.

 Voy conduciendo por una carretera que de la que no recuerdo haber circulado antes. De repente me paro ante la imagen tan extraña a la que presencio. Un teléfono rojo en medio de la carretera. Empieza a sonar, miro alrededor y descuelgo el auricular. La voz de una chica me invita que vaya con ella y con sus amigos al lago, le digo que sí, y ella me da las instrucciones para llegar al lago. Al llegar me dicen que me bañe con ellos, dejo la bicicleta y me zambullo con el grupo. Al terminar me despido de ellos, y la chica que me habló por teléfono me regala una estrella de mar.

  De nuevo en ruta con la bicicleta, veo que ya está atardeciendo, y el cielo va cogiendo unos colores rosados, y una especie de aurora boreal invade el cielo. Mientras contemplo semejante espectáculo, la voz de una mujer me llama la atención. La mujer está en el jardín de su casa, y al llegar me ofrece chocolate con galletas para seguir mirando el cielo. Al terminar el ocaso la mujer me ofrece pasar la noche en su casa, de la cual acepto encantado, para poder seguir pedaleando al día siguiente con fuerzas renovadas.

jueves, 2 de junio de 2011

Canino Espacial

Canino Espacial  by fjcilustrador
Canino Espacial , a photo by fjcilustrador on Flickr.
Ya se sentía aburrido de ese pequeño planeta, y aunque se sentía feliz con su dueña y amiga, no se sentía feliz consigo mismo. El planeta en que habitaban era muy, muy, demasiado pequeño, y eso era lo que le estresaba.
Un día mientras su amiga dormía escribió una carta de despedida, le agradecía el tiempo que le había dedicado, sus cuidados, atención. Pero se disculpaba por tener que irse así, a escondidas, como si fura un fugitivo. Pero le prometía que volvería algún día, y que le contaría todas sus aventuras.
Así pues, se ató a la cintura un montón de globos, y poco a poco se fue elevando. Cuando ya se estaba alejando del planeta, venía corriendo su amiga, que, con lágrimas en los ojos se estaba despidiendo y que le esperaría.

miércoles, 1 de junio de 2011

Marcha

Me despierto y no veo tu rostro a mi lado, te veo de pie frente al armario, cogiendo tus cosas y poniéndolas en una maleta. Me incorporo mirando incrédulo lo que estás haciendo. Haces que no me ves y sigues recogiendo tus cosas con lágrimas en tus ojos. Te pregunto qué pasa, por qué te marchas. Pero tú sigues recogiendo sin contestarme.
Te marchas, y yo sigo en la cama, abrazando a tu hermana que aún duerme como un lirón.