Memoria de 100 gb

Intentando llegar a casa pronto antes de que se me derritan los helados comprados en la heladería del italiano, me topo con una chica pelirroja. Me sonríe y me saluda, la miro con cara extrañada, y ella al ver que no la recuerdo, me empieza a contar cómo nos conocimos, y yo tras un gran esfuerzo le digo que ella no me suena de nada. Entonces le digo que espere un momento, saco del bolsillo mi tarjeta de 100 gb del año pasado, y lo inserto en mi puerto de memoria situada detrás de mi oreja derecha, compruebo los datos, y al final logro acordarme de ella, en ese momento de salta el alarma del antivirus.