lunes, 21 de noviembre de 2011
Desayuno
Con la cabeza dándome vueltas por haber discutido con mi novia, decido parar en una terraza a tomarme un café. Al rato veo que se aproximan de forma ruidosa dos chicas acompañadas por un chico vestido de negro. Solo con ver al chaval vestido así con este calor, hace que me sofoque. Los tres se sientan en la mesa de al lado, una de ellas es rubia con el pelo largo, la otra es más cantosa y lleva un perro, y al chico le noto como que tiene vergüenza ajena de estar ahí. Después de cinco minutos no aguanto el ruido que montan esos tres, se ríen a carcajadas, sus chistes son malísimos, el perro de la chica "cantosa" no deja de morderme los zapatos, la rubia no para de señalar y reirse de la gente que pasa por su lado y el chico vestido de negro me da grima. Mi cabeza da vueltas, no sé si podré aguantar a estos tres de al lado, veo a la camarera y le pido la cuenta, creo que lo mejor que puedo hacer ahora es levantarme, comprar unas flores, y pedirle perdón a mi novia.
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