lunes, 28 de noviembre de 2011

Escuchando el mundo

Me preparo para ir a trabajar, conecto mi MP3 y para mi sorpresa veo que ya se ha estropeado. No me extraña, todos los días le he estado dando caña, y era lógico que acabara por romperse. Me resigno a ir de mi casa al trabajo sin escuchar música. Al salir a la calle, a mis oídos empiezan a llegar ruidos cotidianos en las que hacía tiempo no escuchaba por estar escuchando música a todo meter,el chirriar de las verjas metálicas de las tiendas al abrirse, los buenos días que se dan la gente, e incluso el ruido de los pájaros. Durante un momento me paro en la calle y escucho con atención los sonidos rutinarios de una mañana de lunes. Entonces me pita un coche, y el conductor muy enfadado me insulta y me dice que me aparte de la carretera. Y es entonces cuando recuerdo el por qué dejé de escuchar al resto del mundo.

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