Salgo hacia el trabajo, la mañana es húmeda y el frío me llega hasta los huesos, incluso llevando el "anorak" que me regaló mi suegra. Entro en el coche frotándome las manos, meto las llaves cuando veo por el limpiaparabrisas una nota. Me bajo del coche y leo la nota:
"Señor/a, por favor, tenga cuidado al poner su coche en marcha, tiene un gato dentro del coche."
Al principio me asusté, la nota parecía un mensaje "amable" de una colocación de bomba, pero luego pensé que la persona que puso la nota era idiota, pues claro que tengo un gato en el coche. Me dispongo a subir, y oigo el maullar de un gato justo dentro del capó del coche, cuando lo abro un gato negro salta sobre mí arañándome la cara y huyendo a toda prisa. Me quedo perplejo, y al cabo de un rato no puedo parar de reír. Subo a casa a desinfectarme antes de que la herida se me cangrenice.
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