jueves, 31 de mayo de 2012

Breakfast at Ferreiro

Hoy es un nuevo día, y la saludo desperezándome en el balcón, en ese momento sale el sol y recibo los primeros rayos de luz. Alzo la mirada a la calle y veo un ciclista bastante rechoncho que se para delante de la joyería. Aparca cuidadosamente su vehículo, y de su mochila saca una bolsa, se sienta y mientras mira al escaparate lleno de joyas, pedrerías y demás cosas brillantes, veo como se zampa unos croissanes al más puro estilo Hepburn.

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