lunes, 29 de octubre de 2012

Lágrimas


Llegamos milagrosamente a una gasolinera ya que llevamos mucho tiempo en reserva. Lleno el depósito y a la hora de pagar y marcharme veo que de los servicios sale un tipo igual que yo. Se dirige a mi coche y lo enciende, pese a la perplejidad de verme a mí mismo subiéndome al coche, yo me subo a la parte trasera. Mi yo que va conduciendo empieza a llorar, mi novia intenta secarle las lágrimas pero él rechaza el gesto. Desde la parte de atrás lo veo todo y me doy cuenta de lo estúpido que soy, le digo a mí mismo que pare el coche. Me bajo y le digo que se baje también, me despido de él y nos marchamos, por el retrovisor  aún lo veo quieto en medio de la carretera, le cojo la mano a mi novia y se la acerco a mi rostro, haciéndole saber que ya no habrá más lágrimas de tristeza.

Fuente: La Princesa y el Guerrero.

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