Me despierto desorientado, miro por la ventana y a juzgar
por la luz creo que son las cinco y media de la tarde, vaya he dormido cinco
horas de veinte minutos que suelo echarme de siesta. Pronto me doy cuenta de
que en el ambiente hay un silencio sepulcral, algo me hace sentir escalofríos
pero decido mirar por el jardín a ver cómo está todo. Cuando salgo veo que no hay
nadie en absoluto, el aire huele a rancio y empiezo a comprender lo que está
pasando, de pronto oigo unas pisadas tras de mí, al girarme veo a mi novia con
ojos inyectados en sangre, su boca llena de babas y sus brazos extendidos para
agarrarme. En un movimiento reflejo cojo la pala del jardín y la golpeo en la
cabeza, y mientras lo hago pienso que mi miedo se ha hecho realidad, despertarme después
de un apocalipsis zombie. Dejo de golpear a mi novia y cubierto de sangre
enciendo el televisor a ver las noticias sobre el apocalipsis, para mi asombro
veo que la programación es la de siempre no hay noticias de zombies ni nada. Entonces
llega la madre de mi novia y grita aterrada sobre el cuerpo de su hija. Entonces
todo cobra sentido, mi novia no estaba zombie, sino que se acababa de despertar
y venía hacia mí para abrazarme. Ella sigue llorando sobre su cadáver mientras
yo me dirijo al búnker a estudiar un poco de braille, no vaya a ser que se
produzca una epidemia mundial ceguera.
lunes, 26 de noviembre de 2012
lunes, 12 de noviembre de 2012
Halloween
Entre isleños de la
Isla de Pascua que se acaban de comer samoanos, y de zombis
que parecen haberse estrellado la cara contra un piano, me llama la atención
una chica con sombrero, gafas de vista y unas canas que la hacen muy sexy. Nuestras
miradas coinciden por un momento que parece infinito. Ella se va acercando a mí
haciendo eses y me saca a la pista de baile, allí me dice que va disfrazada de vampira, pero
por los colmillos yo hubiera apostado que iba de perrita. Yo le digo que voy de
Spiderman cuando va con la cámara de fotos, a ella le hace gracia y en esa temática
seguimos hablando de películas. Su peli favorita es la de “Tiburón”, y sus
argumentos son que con hacer que el bicho se moviera ya tenía su gran mérito,
cuando yo le dije mi negativa opinión de la película se desató el caos, un
ruido agudo me taladró la cabeza, entre la confusión y el dolor pude ver sus
ojos brillantes y de cómo la gente alrededor suyo se les explotaban las cabezas
y ella se bañaba en su sangre. La gente huía con pavor, el pequeño bar se
transformó inmediatamente en un matadero y antes de que perdiera el
conocimiento ella me preguntó: ¿Qué opinas ahora de “Tiburón”?.
lunes, 5 de noviembre de 2012
Mecheros y magos
A mitad de camino paramos en un 24 horas, y mi amigo me
regala un mechero nuevo, yo acababa de perder el mío y eso significaba dos
cosas: 1. Que no volvería a tener un mechero hasta que alguien me regalase otro,
y 2. Que al faltarme uno seguramente una chica me pediría fuego, y al no tener
me diría: “lástima, me ponen los bajitos rechonchos”, y se iría con otro. Llegamos
al bar donde se está haciendo un espectáculo de magia, en uno de los números me
toma a mí de voluntario y me hace desaparecer el mechero nuevo, todos aplauden.
En ese momento se me acerca una pelirroja y me pide fuego, le digo que el mago
me lo ha hecho desaparecer y me dice: “Es una pena, porque llevo un rato mirándote
pero ya no me pones, chao”. Veo cómo la pelirroja se marcha y le pide fuego a
otro y de cómo se van juntos, en ese momento, lleno de ira, cojo al mago y le
hago mi truco de teletransportación desde el escenario hasta el hospital más
cercano.
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