Nuestro compañero de trabajo cumple mañana sesenta años. El
resto de compañeros y yo estamos planeando qué hacer para su cumpleaños.
Pensamos en la típica tarta gigante con una chica dentro, la de colarnos en su
casa y gritar sorpresa, nos estábamos quedando sin ideas hasta que llegó el
compañero y nos dijo en un tono a la que no estábamos acostumbrados: “Mañana
es mi cumpleaños, y lo que haré es estar en mi casa, estoy casi muerto, así que
escribiré mi testamento”. Nos miramos atónitos esperando a que se riera por si
era una broma, al ver que no era así y que hablaba totalmente en serio, todos
saltamos que nos incluyera para heredar sus LP´s antiguos.
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