Nos escondimos en diferentes partes del bar esperando para dar la sorpresa, estuvimos esperando horas. Llamamos para saber si llegaban o no, sólo decían que estaban a punto de llegar. Sin darnos cuenta estuvimos una semana esperando, cuando quisimos salir, nos percatamos de que nos encontrábamos encerrados en el bar, sin poder salir. La comida que preparamos para la fiesta estaba prácticamente agotada, lo racionábamos a la espera de que nos rescatasen.
A la semana siguiente habían muerto todos de enfermedad, hambruna o suicidándose. Ahora sólo quedo yo, estoy en los huesos a la espera de la muerte, y escribiendo mis últimas palabras a esos dos cumpleañeros:
¡¡FELICIDADES EN
VUESTRO PUTO CUMPLEAÑOS!!
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