lunes, 25 de noviembre de 2013

Abrazos y achuchones

Después de una semana bastante ajetreada, siempre es un placer ver a los amigos y tomar unas cañas. Mientras discuto con mi amiga sobre si la gastronomía se puede considerar arte, veo en la barra del bar a una chica que me pidió semanas antes que le hiciera un reportaje fotográfico, aproveché a  ir a donde ella se encontraba para entregarle las fotos. Al saludarla de improviso me abraza de una manera tan alegre que casi me asfixia, después del saludo me pone mala cara y me pregunta que por qué soy tan arisco con ella, por qué de entre todas las personas es con ella con la que no muestro ningún interés o afecto. Le respondo que prácticamente no la conozco, que me cuesta muchísimo abrirme con la gente, y que ya he recibido demasiados palos en la vida como para confiar en las personas de buenas a primeras. Me contesta que soy un idiota, y vuelve a abrazarme y a achucharme tan fuerte que esta vez pierdo el conocimiento y tienen que llamar a una ambulancia.

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