Quisiera agradecer a toda esa gente que me lee, aguantando mis faltas de ortografía, expresión o de conocimientos. Agradecer a los que les gusta porque les parece divertido y también a los que no les gusta porque les habré hecho perder el tiempo.
En esta parte me gustaría dar las gracias a esas personas que han ido colaborando conmigo en Relatos Cruzados; Café de Acuarela o.Ô, por su magnífica ilustración para el cuento La Pequeña Princesa no puede dormir. A Miguel Ángel Presa, por sus estupendas fotos para los relatos Donde duermen las gaviotas y Donde comienza el Arco Iris. A Nala Jones por sus relatos Eusebio y El desengaño. Y a Sara Crespo por ser una Fan Letal.
Por último hacer una mención especial a Tami Sánchez, Bohemian Feelings, por sus relatos que son capaces de crearte una nostalgia que no tienes, de tocar la fibra sensible y de realizar relatos que juntan realidad y ficción en una línea tan fina que no se sabe cual es cual. Por saber inspirarme, colaborar en varios relatos y fundar Relatos Cruzados. Gracias por confiar en mis historias.
Cien relatos cargando a mis espaldas. Ahora volvemos a empezar, con nuevos relatos donde el Hacedor de Historias irá tejiendo para el disfrute del que se pare un momento, y decida leer las ironías de la vida.
Gracias a todos los que leen el Hacedor de Historias, y espero llegar a otros cien.
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