Nos
quedamos todos en el concierto de Cadáver Depot, Sara Bang Billy hace acto de
presencia y nos deleita a todos con su incomparable voz, que hace que nos
enamoremos todos de ella.
David va haciendo fotos del evento, lo hace
con una cámara compacta de carrete,
dice que no quiso traer su cámara digital, que pensaba disfrutar del
ambiente.
Nos encontrábamos bailando al son de la
increíble voz de Sara Bang. Cuando de repente la joven deja de cantar. Nos quedamos
sin saber por qué lo hace, entonces nos dimos cuenta. Miramos todos
al cielo y sin poder creérnoslo, vimos unos platillos volantes descendiendo a
tierra.
Uno de los platillos aterrizó frente al
escenario. Durante un buen rato nadie se movió, y la nave no dio señales de vida. Hasta que la
puerta comenzó abrirse, bajaron entonces dos criaturas humanoides de complexión
escuálida y de enormes cabezas, con grandes ojos y de piel gris.
Al descender, uno de los alienígenas nos dijo
que venían en son de paz, de intentar conocernos mutuamente e intercambiar
información y tecnología. Y a mitad de discurso, el alienígena reparó en David,
que sacaba fotos ante tal espectáculo. Se acercó a David, y le pidió permiso
para observar el aparato con el que hacía las fotos.
El alienígena se quedó sorprendido, su mirada
de sorpresa hizo que nos pusiéramos todos nerviosos. Entonces el alien devolvió con desdén la cámara a David y nos dijo
que la Tierra aún estábamos anticuados, que no nos merecíamos compartir su
tecnología con nosotros. Se metió en su nave muy indignado y tal como vinieron
se marcharon.
Los que estábamos ahí, miramos a David con
recelo, por su culpa nos habíamos quedado sin saber de los conocimientos del
universo por no haberse traído su cámara digital, sino por ir en plan hipster
con su cámara de carrete. Desde entonces, ningún ser humano volvió a dirigirle
la palabra y fue borrado con tipp-ex del Assbook.