Estábamos mis amigos y yo sentados en la terraza de una
pizzería, esperando a que nos trajeran nuestras respectivas pizzas. Antes de
que viniera el camarero con nuestra comida, justo en la mesa de al lado se sentó
un grupo de jóvenes con música reguetón a tope. Nosotros hacíamos comentarios
indirectos como: “¿por qué no se ponían los cascos?, o que música más ruidosa”…los
chavales haciendo oídos sordos subieron más su música. De pronto uno de mis
amigos, el que estaba más cerca de los chicos, empezó a tener convulsiones, se
agitaba de forma frenética y le salía sangre por las orejas. Rápidamente me
levanté, cogí el MP3 donde salía esa música diabólica y lo estampé contra el
suelo. Mi amigo dejó de convulsionarse, pero tuvimos que llevar a mi amigo al
hospital, justo en ese momento salía el camarero gritando que ya tenían
nuestras pizzas y que si no los comíamos ahora que se nos iban a enfriar.
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