lunes, 17 de febrero de 2014

Pelos

Me parece increíble la cantidad de pelo que puede llegar a perder esta mujer. La primera vez que pasó, fue cuando nos invitó a su casa y con una merienda que ella misma preparó basado en bocadillos, descubrimos que nuestra amiga perdía muchos pelos.
 Yo fui el primero en percatarme, al dar un bocado al sándwich, noté algo en la boca mientras masticaba. Al sacarlo de mi boca y ponerlo a la vista, me di cuenta que era un enorme y largísimo pelo de nuestra anfitriona. Me quedé con los ojos abiertos ante la longitud del pelo, pero más atónito me quedé, cuando al resto de nuestros colegas les pasó lo mismo que a mí, sacando de sus bocas largos pelos de nuestra amiga.
 Le descubro pelos en un libro que le presté, le encuentro pelos entre los teclados de mi ordenador, en el estudio fotográfico, pelos en las siguientes comidas que nos prepara; como sopas, potajes y tartas.

 Le pedimos que vaya al dermatólogo para que evite que se le caiga más pelo. Pero cuando llegamos a su casa es demasiado tarde. Al abrir la puerta vemos que en su cabeza sólo tiene un pañuelo, intentando tapar su temprana calvicie.

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