lunes, 31 de marzo de 2014

La chica

Hoy era uno de esos días en las que me apetecía salir. Normalmente me encuentro en mi oficina dibujando páginas de cómics, siempre estoy encerrado para poder entregar mi trabajo a tiempo. Pero hoy, algo me dijo que tenía que salir.
 El día parecía perfecto, el cielo estaba azul, las nubes pasaban raudos, la gente era más amable. Todo brillaba alrededor.
 Entonces la vi cayendo. Todo sucedía a cámara lenta, y podía verlo todo. No presencié el momento en el que saltó al vacío, sino cuando descendía. Era una niña de aproximadamente diez años, rubia de pelo largo que no dejaba ver por completo su rostro y llevaba puesto un vestido de rosas estampadas. Caía de espaldas, mi cabeza apuntaba al cielo, y mis ojos seguían la trayectoria arqueada que producía la niña.
 No sé si era el único que veía todo eso, pero no quería perderme ningún detalle, quería ver cómo acabaría todo esto. Se oiría un estampido contra el suelo, la gente cercana gritaría de miedo, de asco, o gritaría por gritar; todos se acercarían al cadáver y verían el cráneo de una niña abierto como un melón y su postura en el suelo sería cómica para algunos.
 Por un instante toda esta situación me pareció surrealista, por un instante vi algo que no me parecía posible. La niña descendía despacio a tierra firme, hasta quedarse acostada en el mismo asfalto que en una situación normal, varias personas estarían quitando una mancha humana con unas palas.

 La niña se acercó corriendo a donde me encontraba. Yo estaba con la boca abierta y pensando si todo esto era real. La niña se paró a centímetros de mí, y se arrancó un trozo del vestido, ofreciéndome una de las rosas estampadas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario